Limber supera con éxito el mayor reto para un ministro de agricultura en nuestra historia
Uno de los mayores peligros que se atisbaron con la llegada de la pandemia del Covid19 fue el impacto negativo en la producción de alimentos, su escasez y la precaria garantía de la seguridad alimentaria. Ningún ministro de agricultura se había enfrentado a una situación tan compleja y sin precedentes que pudiera servir como referente para la toma de decisiones y salvaguardar la seguridad alimentaria nacional
Y como era de esperar, la escasez trajo consigo el incremento de los precios. Por ejemplo, en México, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), informó que alrededor de 83 bienes y servicios del INPC (Índice Nacional de Precios al Consumidor) alcanzaron incrementos interanuales de doble dígito para la primera mitad de diciembre de este año 2021.
Y haciendo un rápido sondeo por cada país de Latinoamérica fue difícil no encontrar problemas gravísimos en el sector agropecuario que está dejando a su paso la pandemia. En Colombia se activó hace dos semanas una alerta por escasez de leche, faltando cerca de 1,6 millones de litros al día. Asoleche (Asociación Colombiana de Procesadores de la Leche) aseguró que la producción de este líquido ha caído un 15 % en el país, por lo que los colombianos corren el peligro de no alimentarse adecuadamente.
Al día de hoy, el país está abastecido de los 110 productos que componen nuestra canasta básica, y en el caso de la fluctuación ocasional de precios, como la que se da tradicionalmente en diciembre, habría que consultar con Proconsumidor la magnitud de la misma. Además de las políticas aplicadas por el ministro Cruz y los proyectos impulsados, la inyección que recibió la agropecuaria de unos RD$30,000 millones en préstamos, sin dudas que fue también un salvoconducto para llevar a buen puerto las cosechas planificadas.