Peralta Romero aboga por la preservación íntegra de la lengua española y por el rechazo de extranjerismos
El director de la Biblioteca Nacional Pedro Henríquez Ureña (BNPHU), Rafael Peralta Romero, dictó la conferencia magistral “Adaptación de palabras extranjeras sin dañar el idioma español”, en la que abogó por la preservación íntegra de la lengua y por el rechazo de los extranjerismos.
Peralta Romero consideró que la primera actitud frente a los extranjerismos debe ser rechazarlos y la segunda puede traducirlos, citando los casos antidopaje (antidoping), dopaje, de doping y best seller, con su correspondiente superventas o más vendido.
La actividad, que se llevó a cabo en el salón Aida Cartagena Portalatín, formó parte del Ciclo de Conferencias Magistrales 50 Aniversario BNPHU y contó con la presencia de lingüistas, escritores, intelectuales y funcionarios de la institución.
El director de la BNPHU dijo que en los casos de los que llegan por el comercio, la tecnología, la ciencia o las artes, si no pudieran ser traducidos y resultara indispensable emplearlos, la adaptación es la forma recomendada cuando es inevitable que la voz extraña de que se trate sea empleada al hablar español.
“Los hablantes del castellano a menudo muestran mucho aprecio por otras lenguas y se esmeran en escribir los términos que estas nos prestan, conforme a su grafía original, pero olvidan que esa actitud puede ir en desmedro de nuestra lengua, la cual ha de merecernos más respeto que las otras”, manifestó Peralta Romero.
El también miembro de número de la Academia Dominicana de la Lengua explicó que todo vocablo extranjero, antes de ser adaptado al español, debe escribirse con una marca, “si es en caracteres de imprenta será la cursiva y si el texto ha sido escrito a mano, la marca será colocar el vocablo de que se trate entre comillas”.
El director de la BNPHU señaló que cuando se adaptan al español, los vocablos foráneos deben comportarse como palabras del idioma, asumiendo unos la tilde
(blíster, bádminton), otros la eñe (champaña) y en algunos casos perdiendo algunas consonantes, como es el caso de chofer y el apellido Mazara.
“Los nombres procedentes de lenguas que no emplean el alfabeto latino (árabe, chino, japonés…) pasan previamente por un proceso llamado transliteración y adoptan formas correspondientes a la lengua de quien hizo el trabajo, por eso el nombre del país conocido como Qatar, una combinación de la Q no usual en el español, de ahí que el nombre de ese país, en nuestra es preferible escribirlo con C Catar, como su gentilicio: catarí”, expresó Peralta Romero.
El autor del libro “De los sucesos gustosos que vivió Don Quijote en Santo Domingo” y de varios libros de cuentos, libros para niños y novelas, consideró que nuestro idioma debe merecernos más respeto que todos los otros.