Conoce las funciones de los riñones y cuáles hábitos pueden perjudicarlos
Los riñones son los órganos encargados de filtrar algunos fluidos corporales con objeto de eliminar las toxinas y las sustancias de desecho presentes en ellos.
Los riñones son los órganos que trabajan constantemente para filtrar las sustancias de desecho que viajan a través de la sangre. Estos, mediante la orina, consiguen eliminar una gran parte de las toxinas que provienen de los alimentos, el medio ambiente y los medicamentos.
Entre otras cosas, participan en la segregación de algunas hormonas, el control de la presión arterial y el equilibrio de los niveles de electrolitos.
Sin embargo, como ocurre con otros sistemas de nuestro organismo, muchas de sus funciones pueden verse reducidas debido a algunas enfermedades.
El problema es que les restamos importancia. Así, pasamos por alto algunos hábitos que, de algún modo, pueden influir en su deterioro prematuro. ¿Los identificas? ¡Procura corregirlos ahora!
1. Retener la orina
Algunas personas no van al baño cuando el cuerpo se lo pide. Aunque parece algo inofensivo, incluso necesario, en realidad puede afectar la salud de los riñones.
- Retener la orina durante tiempo prolongado aumenta el nivel de inflamación en las vías urinarias y puede propiciar la aparición de enfermedades renales.
- Este hábito incrementa la presión en la vejiga y puede dificultar la correcta eliminación del material de desecho.
2. Ingerir poca agua
Para un buen funcionamiento renal y un óptimo proceso de desintoxicación es fundamental garantizar un adecuado consumo de agua y líquidos saludables.
- Los fluidos mantienen el cuerpo hidratado y ayudan a canalizar los desechos metabólicos que, posteriormente, se eliminan mediante la orina.
- Un cuerpo deshidratado propicia la aparición de cálculos renales, infecciones y enfermedades inflamatorias.
3. Fumar perjudica la salud de tus riñones
Las personas que fuman todos los días son conscientes del daño que pueden sufrir debido a las toxinas que contiene el cigarrillo.
- Estas sustancias de desecho consiguen viajar a través de la sangre afectando, además de los pulmones, los riñones y el corazón.
- Su acumulación en el organismo dificulta el proceso de depuración renal y aumenta la susceptibilidad a las infecciones.
4. Elegir líquidos inapropiados
Consumir refrescos, bebidas energéticas y otras bebidas industriales puede ser el desencadenante de muchas enfermedades asociadas con el deterioro renal.
- Estos líquidos contienen demasiada azúcar y compuestos añadidos que, al dificultar el metabolismo, impactan severamente en la salud renal.
- Ingerirlos todos los días, o en grandes cantidades, influye en la aparición de cálculos renales, inflamación y enfermedad renal crónica.
5. Consumir demasiado sodio
El sodio no solo está presente en la sal de mesa que utilizamos en la cocina. También está concentrado en muchos alimentos de consumo habitual.
- Esta sustancia, que en cierta medida no es dañina, se acumula en el cuerpo y aumenta la retención de líquidos y los problemas renales.
- Su consumo descontrolado, que suele ser muy común, está relacionado con la hipertensión arterial y el deterioro renal prematuro.
- Además, dado que interfiere en el equilibrio de otros minerales, puede producir un desbalance en los electrolitos.
6. Ingerir medicamentos sin receta
Los medicamentos sin receta, llamados de “venta libre”, son útiles para calmar problemas de salud comunes como los dolores de espalda o de cabeza.
- Estos, en especial los analgésicos, pueden traer consigo efectos secundarios sobre la salud de los riñones.
- Sus compuestos químicos deben ser metabolizados en el cuerpo y, cuando se toman sin medida, ocasionan graves dificultades tanto a nivel renal como hepático.
- El consumo excesivo de fármacos como la aspirina, el paracetamol o el ibuprofeno se ha relacionado con el daño renal.
7. Consumir demasiadas proteínas
Las proteínas están recomendadas en la alimentación por el papel que desempeñan en la formación de masa muscular y el metabolismo. Sin embargo, aunque son esenciales, no deben consumirse de forma excesiva, sobre todo si las fuentes son de origen animal.
El abuso de proteínas dificulta el trabajo de los riñones y puede propiciar la aparición de enfermedades crónicas.
8. Llevar un estilo de vida sedentario
Las personas que llevan un estilo de vida sedentario tienen más riesgo de sufrir enfermedades renales en comparación con aquellos que son activos.
- En primer lugar, las personas sedentarias tienden a tener una mala alimentación, lo que dificulta el trabajo renal.
- La poca actividad física afecta la circulación de la sangre y, con esto, obstaculiza la eliminación de los líquidos retenidos.
- Por otro lado, aumenta el riesgo de presión arterial alta y, al afectar la salud inmunitaria, incrementa el riesgo de infecciones.
¿Te preocupa la salud de tus riñones? Si sueles practicar alguno de los hábitos mencionados, procura tomar medidas al respecto para no sufrir las consecuencias.